Siete claves para identificar a los malos clientes

Los malos clientes son fáciles detectar. Sólo hay que estar pendiente de los signos para mantenerse alejado de ellos.

1. Lo primero que pregunta es el precio
No nos volvamos locos. No es solo esta pregunta el indicador que los sentencia como malos clientes. Pero su comportamiento después, sí que es delatador. Ya que tu respuesta será que depende de lo que necesite en cuestión y le invitarás a charlar sobre el tema.

“Si se resisten y solo piden un número, no están interesados. Solo se preocupan por el costo, lo que es indicativo de que la calidad no es su principal prioridad y que puede que te vean solo como un medio para un fin”, dice Schwartz.

2. El rechazo de las tarifas es algo abrupto
Cuando se echan las manos a la cabeza y ponen en tela de juicio tus tarifas, no hay duda: ese cliente no es de los buenos. A veces estas personas serán arrogantes o groseras, o las dos a la vez, en cuanto a la alta calidad de la demanda de precios, por lo que no pierdas el tiempo explicando.

3. No quieren firmar un contrato
No hay mucho que desarrollar en este punto. Schwartz lo dice muy claro: “Cuando un cliente no quiere firmar un contrato, es inmediatamente sospechoso para mí. ¿Por qué no quieren firmar algo que nos protege a los dos y muestra lo que están recibiendo? La única razón por la que se me ocurre es porque no quieren un documento legalmente vinculante que diga que tienen que pagarme”.

Cliente comprando un coche (concesionario)
Hay clientes que nunca están contentos. / GANVAM - Archivo
4. No responden a preguntas o necesidades
Si mientras se está negociando, el cliente no responde a tus 'mails', ¿crees que lo hará cuando estéis trabajando y lleguen preguntas espinosas -para él- sobre pagos y demás?

5. Las demandas se incrementan irrazonablemente
Cuando un cliente te pide cosas adicionales que no están incluidas en el contrato, tienes la elección de hacerlas o no. El contrato te ampara. Si se trata de algo pequeño y se trata de una sola vez, es posible que quieras hacerlo. Pero si la cosa va creciendo, no dudes en ofrecer tus tarifas adicionales. Su reacción le hará asomar el plumero.

6. Exige cambios cuando el proyecto está casi acabado
Esto puede pasar. Puede pasar que todo haya ido bien pero que el mal cliente no dé la cara hasta el final, aprovechando huecos del contrato. Puede que te diga que cambies cosas del proyecto que difieren bastante de la realidad inicial.

7. No hace los pagos a tiempo
Según Schwartz, “esta es una gran bandera roja”. Si habéis establecido tiempos específicos para los pagos a lo largo de un proyecto, debes dejar de trabajar hasta que se haya realizado el pago reciente. Hasta que el primero de los pagos se cumpla.

Autor: RAÚL RUSTARAZO

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