Ventajas de fracasar
¿Sabía que
los norteamericanos destacan siempre los fracasos en sus currículos como una
experiencia vital positiva frente al miedo que los latinos sentimos a que
alguien descubra nuestros fallos? Los expertos nos explican que el éxito y el
fracaso son las dos caras de la misma moneda.
Tanto
Manuel Reyes, especialista en aportar recursos para aprender a “vendernos” en
el trabajo y en la vida, como Jesús Mármol, maestro en reivindicar el fracaso
como aprendizaje, coinciden en que es preciso cambiar la percepción negativa
del fracaso y pensar en positivo para que los fallos se conviertan en futuros
éxitos.
“Urge
promover una nueva cultura social en positivo sobre el concepto de fracaso y
desaprender todo lo dicho, porque su superación logra efectos muy importantes
en la persona implicada, si lo sabe aprovechar”, advierte Mármol en su guía
práctica “El poder transformador del fracaso”.
Mientras
que cada emprendedor norteamericano experimenta 3,75 fracasos empresariales
antes de conseguir un triunfo y gana experiencia con ello, el 50 por ciento de
los emprendedores latinos tiene miedo al fracaso y el 64 por ciento de los que
fracasaron una vez, no vuelven a intentarlo, se asegura en esta guía práctica.
Por su
parte, Reyes, que se define como “psicólogo de formación y vendedor de
vocación”, defiende en su novela en clave de autoayuda “Las 4 leyes de las
oportunidades”, que “las oportunidades están al alcance de todos, pero que
vienen con fecha de caducidad, por lo que, si no las aprovechas tú, lo hará
otro; así que, ante la duda, hay que atreverse”.
Mármol
anima a las Escuelas de Negocios a que introduzcan el estudio del fracaso entre
sus asignaturas, porque está convencido de que un buen emprendedor nunca se
rinde ante él, “y acabar así de una vez por todas con el sentido peyorativo de
esta palabra”.
Al igual
que Mármol, Reyes está convencido de que durante toda nuestra vida nos estamos
“vendiendo”, tanto para buscar pareja como para educar a nuestros hijos,
conseguir un buen trabajo o intentar convencer al opositor de nuestras
opiniones, por lo que propugna que “hay que esmerarse” en una “buena venta de
nosotros mismos”.
“La culpa
del miedo al fracaso se origina en la infancia, porque desde pequeños nos
estimulan a querer gustar a los demás en todos los ámbitos de la sociedad y, si
la realidad te da un revés, el nivel de autoestima baja y la persona ve atacada
su línea de flotación vital”, nos explica Mármol, que ha ejercido también como
consultor en comunicación y marketing, y ha dirigido varios periódicos
empresariales.
“Ante la
crisis actual, podemos invadirnos de tristeza y de pesimismo o ver las
oportunidades que nos puede propiciar, porque una misma realidad no deja de ser
una interpretación de los hechos”, subraya Reyes, que lleva entrenando equipos
directivos y comerciales desde hace once años, pero que antes dedicó tres
lustros de su vida a las ventas comerciales, desde grúas a equipos
industriales.
Para
Mármol, en todo proceso de fracaso personal, estamos muriendo para renacer de
nuevo, como hace el gusano cuando muere para convertirse en mariposa, y solo se
logrará el éxito “cuando te reencuentres contigo mismo, sepas lo que quieres y
seas el dueño de tu realidad”.
Reyes está
convencido de que “si cambias tu percepción de los hechos, por ejemplo, de “hoy
será un día pésimo a hoy puede ser un gran día”, se modifican tus emociones y
tus actuaciones son diferentes; y, si tus actuaciones son diferentes, modificas
tu actitud”.
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