¡13 trucos para usar correctamente las plantas medicinales!

En los últimos años, el uso de las plantas medicinales ha ido en aumento. Uno de los principales motivos por los que las personas recurren a la fitoterapia es por considerarla más segura y con pocos efectos indeseables sobre el organismo. Aun así, no debemos olvidar que este tipo de terapia es beneficiosa para tratar enfermedades leves y, en casos más graves, debemos recurrir al médico para un buen diagnóstico y tratamiento convencional. También existen plantas que pueden emplearse como coadyudantes de otros tratamientos, en este caso será necesario conocer bien que plantas pueden emplearse y cuáles no son convenientes.

Ya sea para tratar problemas de salud leves o como complemento a otros tratamientos, vamos a describir una lista de trucos para usar correctamente las plantas medicinales.

Como usar correctamente las plantas medicinales.
Las plantas medicinales a pesar de ser naturales están compuestas por sustancias químicas de diferente tipos (fenoles, terpenos, carotenoides, alcaloides, taninos…) que tienen efecto sobre nuestro organismo, por lo que, conocer sus efectos e interacciones con otras sustancias como, los fármacos o, incluso, con los propios alimentos, debe tenerse en cuenta para evitar efectos perjudiciales. Además, para aprovechar sus beneficios es importante seguir una serie de consejos para emplearlas correctamente.

A continuación describimos algunos de ellos:
Lo primero a tener en cuenta es que los tratamientos fitoterapéuticos deben ser recomendados o prescritos por un profesional competente. En caso de autoprescribirse la toma de un preparado de plantas esto debe hacerse de forma responsable informándose sobre las propiedades de dichas plantas y también de sus contraindicaciones. Existen plantas medicinales indicadas para uso casero.
Por lo general, se desaconseja el uso continuo de una planta medicinal durante dos meses. Incluso existen plantas que no deben emplearse por más de una semana.
Por motivos de seguridad es mejor optar por el uso de plantas medicinales bien identificadas y envasadas. Existen muchos casos de adulteración que pueden ser dañinos para la salud. A ser posible, conocer el lugar de procedencia de las plantas ya que existen zonas contaminadas.
Los preparados de plantas en forma de extracto líquido o pastillas estandarizados, aseguran la cantidad de principio activo necesaria para tener efecto, así como también la seguridad y calidad del preparado.
Los preparados a base de plantas medicinales pueden cambiar de color debido al cambio de materia prima en su preparación. Esto se debe al origen de las plantas medicinales, ya que la concentración de principios activos y otras características físico-químicas pueden variar dependiendo del terreno en el que se cultivan. Lo importante es que el fabricante asegure la concentración de principios activos en los preparados.
Conocer las partes de las plantas o droga vegetal que deben emplearse con fines medicinales (flores de manzanilla, hojas de eucalipto, raíz de valeriana…), así se evita el empleo de partes que no contienen los principios activos necesarios.
Respetar el modo de empleo de las plantas medicinales (antes de las comidas, con las comidas…). Ya sean preparados caseros o productos fitoterapéuticos es importante para el buen resultado del tratamiento.
En el caso de preparar remedios caseros, conocer los principios activos sensibles al calor es importante, de esta forma se podrá optar por un método que no emplee calor para obtener dichos principios activos. Ejemplo: la maceración.
Cuando se preparen infusiones es preferible no endulzarlas, pero en caso de hacerlo optar por la miel. Además de provenir de las flores aportan ciertas vitaminas y minerales.
Cuando se realicen mezclas de plantas medicinales, es necesario tener conocimiento de cuales se pueden combinar para proporcionar, además del efecto terapéutico, un buen sabor, mejor tolerancia digestiva… Si no se realiza una buena combinación de plantas el efecto terapéutico puede llegar a ser menor que si se toma una sola planta.
Acompañar el tratamiento fitoterapéutico de otro tratamiento natural con efecto medicinal como la alimentación sana, la hidroterapia, el ejercicio físico…ya que entre todos proporcionan al organismo un aumento de las defensas y su efecto beneficioso es mayor.
Emplear plantas medicinales estudiadas o bien conocidas evitando el uso de plantas tóxicas o de estrecho margen terapéutico con el fin de evitar intoxicaciones o problemas de salud. En este punto es importante resaltar que se debe tener especial cuidado con aquellas plantas que ofrecen efectos “milagrosos” de curación.
Si se está en tratamiento farmacológico, antes de incluir un tratamiento a base de plantas medicinales, se deberá informar al médico o en tal caso, informarse de las posibles interacciones que puedan producirse por el uso de estas plantas.
Como podemos ver en el empleo de las plantas medicinales existen una serie de recomendaciones a tener en cuenta para aprovechar mejor los beneficios de esta terapia y, al mismo tiempo, evitar efectos no deseados por una mala aplicación. Aquí solo hemos mencionado algunos de estos importantes consejos.

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